Sabrina Herrador1; Cristina Gobello2; Daniel Arias2; Yanina Corrada2,3
1 Alumna Facultad de Veterinaria, UNLP. Becaria Vital Can
2 Docente Facultad de Veterinaria, UNLP
3 Departamento Técnico, VitalCan
La gestación canina es un motivo frecuente de consulta en la clínica veterinaria diaria. Este hecho radica en la incertidumbre respecto de la duración de la gestación en la perra, del número de cachorros presentes, dudas con respecto a la correcta atención de la madre, entre otras cosas. Para dar una correcta atención y respuesta a la inquietud de los propietarios, el Veterinario se vale muchas veces de métodos complementarios que ayudan a la evaluación de la perra y los cachorros.
La duración de la gestación, si se considera a partir del día en que la perra fue servida, oscila en un rango tan amplio como 56 a 72 días. Por esto, este parámetro es de poca utilidad para evaluar predicción de parición. Para ello se recurre a una serie de estudios complementarios, entre los cuales la ecografía toma cierta importancia, junto con la radiografía.
La ecografía se emplea fundamentalmente para saber si la perra está preñada, y posteriormente para realizar el seguimiento de la evolución de los fetos, y viabilidad de los mismos. Sin embargo tiene limitada utilidad para contabilizar el número de cachorros presentes en el útero, ya que la superposición de un cachorro contra el otro, no permite localizar los límites de uno u otro para realizar el conteo con cierta fidelidad.
Si bien, a partir del día 20 de gestación puede comenzar a realizarse ecografía, se recomienda esperar hasta el día 25 o 30 posterior al último servicio, ya que en este momento se pueden observar sacos gestacionales con embriones viables con un alto grado de confiabilidad
La ecografía aporta datos sobre el desarrollo fetal a través de la medición del diámetro cefálico, del diámetro corporal, longitud del fémur, posición y ubicación fetal. Es de gran importancia el control de la frecuencia cardiaca fetal, su valor normal es de 180-250 lat/min. En la medida que se acerca el parto, la frecuencia cardíaca va disminuyendo de los 200 lat/min. Su disminución por debajo de los 178-180 lat/min evidencia sufrimiento fetal y debe derivarse sin demora a cesárea.
La ecografía no solo explora lo referido a la gestación (útero, fetos, placenta) sino que también pueden recolectarse datos del funcionamiento cardíaco materno (ecocardiografía), el cual podría en algunos animales verse alterado debido a la sobrecarga hemodinámica que la gestación implica.
Para conocer con gran aproximación el número de fetos en el útero se emplea la radiografía. La misma se indica generalmente a partir de los 45 días de gestación de los cachorros, momento en el cual comienza la mineralización de los mismos, condición indispensable para visualizarlos radiográficamente.
En el último tercio de gestación, donde ya ocurrió la formación de órganos y tejidos de los cachorros, no hay riesgos respecto de le exposición a los efectos de la radiología.
Para finalizar es importante recordar los beneficios de este tipo de estudios, de carácter profiláctico. Por un lado garantizan una segura planificación de la parición y por otro certeza de la buena salud de la madre y cachorros. |